martes, 24 de mayo de 2022

Tomando agua

Este blog cumplió 21 años y ni me acordé. Sólo sé que antes de escribir esto dejé todas las publicaciones anteriores en borrador, porque vergüenza.

Cuando partí este blog tenía además un Fotolog y una cuenta en Flickr. Estaba en la universidad y era soltera. Trasnochaba y al otro día estaba operativa. Me importaba todo, pero la verdad es que ahora que lo pienso, me importaba nada.

Ahogos en vasos de agua, les dicen.

No había Spotify, ni Instagram, ni Twitter, ni estallidos sociales (al menos acá en Chile), ni Whatsapp, ni nada de esas cosas que facilitan la vida, pero sí que ahogan. Porque los vasos de agua son necesarios, pero te los tomas rápido y te terminan atorando.

Había Axé y Mekano; no había reggaetón ni Marcianekes ni memes. Sobrevivían algunos grunge. Y descargaba canciones por Kazaa (también el video de Taldo porque en su casa había arbustos y le gustaba la Iris Bustos. Me reí un mes. Mal).

Me cargaba el Messenger y cuando me conectaba me gustaba que se viera la canción que tenía puesta en Winamp. Era "tan creativa" que mi nick era mi nombre.

Y lo "más malvado" del mundo universitario online era BananaCorp.

Tenía un Pentium II y con él supe que en realidad el Celeron no daba para más.

Después de varios años este blog podría ser harto más decente y no tiene ni dominio propio (alguna vez se vio más bonito y tuvo hasta publicidad por la que recibí dinero). No tengo ganas de meterme al código a enchularle la plantilla, porque así es una hoy: alguien que no transa con el poco tiempo libre que le queda.

Pero nunca se sabe.

Quizás sea otro de vaso de agua que me debería tomar. Aunque me ahogue un poco.